martes, 20 de marzo de 2012

TERMITAS EN MENDOZA, ARGENTINA


TERMITAS EN MENDOZA: Amitermes amifer

Ing. Agr. Dardo R. Mur, 
Mendoza, Argentina, Marzo 20 de 2012.
Amitermes amifer, obreras
Las termitas son temidas por su característica de devorar madera. Las condiciones ambientales y las modalidades de construcción presentes en la Provincia de Mendoza hacen pensar que en esta Provincia se presentan muy pocas oportunidades para infestaciones de termitas y que éstas son un problema real solo en lejanas latitudes. No obstante, desde 1998 estamos encontrando termitas en diferentes viviendas de Mendoza, esto no quiere decir que hayan estado presentes desde mucho tiempo antes, sino que de pronto nos enfrentamos a ellas.Nos hemos encontrado con termitas en Fray Luis Beltrán (Maipú), en distintos puntos de la ciudad de Mendoza y en los Departamentos de Godoy Cruz, Guaymallén y Las Heras, y es posible que también se encuentren en otras zonas de la provincia. En varios casos han recolectamos ejemplares que fueron enviados a la Dra. Gladys Josefina Torales, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Cátedra de Invertebrados, de la Universidad Nacional del Nor-Este, Corrientes, para su identificación.  G. J. Torales nos informa que se trata de Amitermes amifer, especie citada por Silvestri en 1903 para Argentina (Formosa, Corrientes, Salta y San Luis) y Brasil. También hemos encontrado termitas de la familia  Kalotermitidae, según G. Torales.

El género Amitermes


Amitermes amifer se ubica en la familia Termitidae, subfamilia Termitinae del orden Isoptera. Si bien no se conoce mucho sobre la mayoría de las especies de este género, sobre todo de A. amifer que, obviamente, resulta de nuestro particular interés. No obstante es posible rescatar algunos datos que nos orientan sobre el impacto de su comportamiento como posible plaga de la madera utilizada en viviendas y otras estructuras en Mendoza.



Por la manera de atacar la madera las termitas se pueden agrupan en: termitas subterráneas, termitas de la madera seca, de la madera húmeda y termitas pulverizadoras. El género Amitermes se ubica en el primer grupo o sea entre las subterráneas. Estas hacen su nido en el suelo y desde allí se mueven al azar en busca de alimento, para ello van construyendo tubos de alimentación en el suelo y que se tornan ascendentes al encontrar obstáculos tales como cimientos y muros. Suben por ellos y si encuentran grietas estructurales, juntas de dilatación o por espacios debidos a instalaciones de agua, energía, sanitarios, gas o calefacción, llega a aparecer en pisos, paredes, zócalos, interiores de placares, marcos de puertas o ventanas, etc.



Tubos hechos por A. amifer bajo una estructura que sostiene un calefón en la cocina. Mendoza, Marzo de 2012.
Su aparición crea cierta inquietud y sorpresa, pero al ver que se trata de termitas, quienes ocupan el lugar infestado pueden llegar a un estado de gran tensión emocional y temor al pensar que su casa se encuentra a merced de una plaga con fama de ser tremendamente destructora.
Aparecen sorpresivamente en el marco de una puerta.
El género Amitermes descripto por Silvestri comprende unas 100 especies distribuidas por el mundo (Scheffrahn y Su 1987, Roisin 1989, Scheffrahn et al.1989, Constantino 1992, Sands 1992). En el Sudoeste de E. Unidos y Norte de Méjico se conocen unas 8 especies, entre ellas: A. wheeleri Desneux, A. floridensis Scheffrahn, Su, y Mangold.

Se conocen 7 especies en la Región Neotropical (Constantino 1998), incluyendo A. amifer Silvestri, A. aporema Constantino, A. excellens (Silvestri), and A. foreli Wasmann de Sud América; y A. beaumonti Banks, A. cryptodon Light, y A. ensifer Light de América Central. Solo una de ellas había sido encontrada en islas: A. beaumonti en Cuba (Hernández 1994, Scheffrahn et al. 1994) y Belice. Pero Amitermes amicki Schefrahn es la octava especie descripta recientemente (1995) para la Región Neotropical de ejemplares provenientes también de una isla, Aruba en este caso.

Amitermes beaumonti ocupa una variedad de hábitats semihúmedos y húmedos de América Central y Cuba. Los hábitos alimentarios de esta especie son similares a los de A. amicki y otras especies de Amitermes que no construyen nidos aéreos o túmulos como los que se ven tradicionalmente en Australia.

General Extemination Inc., de Arizona, informa que "... las 8 especies de Amitermes reconocidas en el Sudeste de los Estados Unidos y Norte de Méjico son llamadas "termitas de desierto". Siendo la especie más común A. wheeleri. Estas especies son plagas potenciales pero parece que solo hacen un daño muy leve en comparación con especies de los géneros Reticulitermes y Heterotermes. Hacen una especie de cartón ennegrecido en sus sitios de alimentación en troncos enterrados o en las superficies de maderas en contacto con el suelo".

En un informe de la Universidad de Arizona se comenta que "Amitermes wheeleri es descripta como una verdadera termita de desierto porque se alimenta de una variedad de plantas del desierto y de materiales tales como cercas y pastos o malezas secas. Construyen túneles o tubos en el suelo, en palmeras, o en maderas donde se alimentan arrancando la madera muerta superficial. Estos túneles son descubiertos inesperadamente pero estas termitas no causan daños estructurales en las viviendas."

Como miembro de la altamente especializada familia Termitidae, Amitermes floridensis es única entre todas las termitas encontradas en el Este de los Estados Unidos. Apareciendo solo en Florida, es una antigua reliquia de la amplia distribución de Amitermes que una vez se extendía a través de Texas y la región del Golfo de Méjico. Aún cuando hubiese sido conocida por algún controlador de plagas, Amitermes floridensis fue formalmente descubierta cuando se la describe por primera vez en 1989 de ejemplares encontrados en St. Petersburg, Florida. Es una de las últimas especies nativas de los E. Unidos que se ha descrito. Estas circunstancias indican que A. floridensis es una plaga estructural poco frecuente. Como otras termitas subterráneas, A. floridensis construye un sistema de galerías de alimentación que conectan el nido con sitios de alimentación dentro y fuera del suelo. Normalmente hace muy poco daño, sin embargo la presencia de las formas aladas y los túneles de alimentación constituyen una molestia. La sola idea de tener termitas en casa, sin importar la especie, produce gran ansiedad y temor.
El Dr. Timothy G. Myles, de la Facultad de Forestales, Universidad de Toronto, dice que un error conceptual muy popular es pensar que las termitas solo comen madera. Esto es cierto solo en aquellas especies más notorias como plagas. Se estima que más del 50% de todas las especies de termitas son humívoras (se alimentan de humus). Subfamilias enteras de la familia Termitidae, tales como Apicotermitinae y Termitinae son humívoras. Otras se alimentan en la superficie de materiales vegetales en descomposición, hojas secas, pastos y aún de líquenes. En zonas áridas, donde los excrementos animales rápidamente se resecan dejando de ser útiles a moscas y coleópteros estercoleros, las termitas resultan ser el mayor factor de eliminación del estiércol de animales herbívoros. De hecho, muchas de las termitas más abundantes en regiones áridas y semiáridas del mundo se alimentan de estiércol.

En Australia se encuentran 57 especies de Amitermes, termitas comedoras de pasto entre las que se destaca A. Meridionalis, que construyen nidos coloniales o termiteros muy destacados sobre el suelo (llegan a medir hasta 4 m sobre el suelo) y, en general, son de escasa importancia. Un solo nido puede albergar más de un millón de individuos. Construyen un elevado nido de arcilla que se cocina por el sol y, dentro del aislamiento de su laberinto interior, les brinda las condiciones ambientales necesarias para su desarrollo: oscuridad, temperatura constante alrededor de los 30º C, y una humedad próxima al 100%.

Breve descripción de Amitermes.

Normalmente los soldados y las formas aladas tienen caracteres de identificación fáciles de reconocer, pero los soldados pueden encontrarse todo el año mientras que las formas aladas aparecen en verano cuando la colonia está madura y bajo determinadas condiciones ambientales. 


A. amifer, soldado. Mendoza, Marzo de 2012. Foto de D. R. Mur.
Los soldados son pequeños (menos de 3.5 mm de largo), tienen la cabeza engrosada, bulbosa, de color castaño anaranjado, con pronunciadas mandíbulas negras en forma de sable curvado hacia adentro con un diente cónico casi en la mitad de cada una de sus caras internas que los diferencia de otras termitas subterráneas.  
Amitermes amifer, obrera, Marzo de 2012. Foto de D. R. Mur.
También los soldados presentan en la parte frontal de la cabeza una abertura denominada fontanela, por la cual secretan una sustancia repelente de hormigas consistente en una mezcla de compuestos volátiles llamados sesquiterpenoides. La pared abdominal es transparente y el tracto digestivo se observa lleno de material fecal oscuro dando al abdomen un distintivo tono gris.

Amitermes en Mendoza


Teniendo en cuenta la fama de las termitas, cada vez que alguien encuentra  algún tipo de aserrín  en su casa piensa de inmediato en esta temible plaga.  Pero en verdad hay varias especies de insectos que atacan la madera en las viviendas y otras estructuras y que dejan rastros de su actividad con forma de aserrín. Carcomas de la madera, abejas carpinteras y hormigas carpinteras pueden estar generando gran temor por que se atribuye dicho aserrín a la presencia de termitas. 
Lo cierto es que las termitas subterráneas no dejan “aserrín” como resultante de su actividad, sus excrementos son muy húmedos y no forman "pelets fecales" como lo hacen las termitas de la madera seca (Kalotermitidae), por lo que no es fácilmente visible pues no cae desde las maderas atacadas sino que queda dentro de ellas.  Con ellos construyen sus nidos y los tubos característicos de protección y/o alimentación.
Consideramos interesante mencionar uno de los primeros casos que tuvimos oportunidad de enfrentar ocurrido en una vivienda de dos pisos, construida con techos de loza de hormigón y que visitamos en mayo de 1998, en la Ciudad de Mendoza.
La dueña de casa, contestando nuestras preguntas, cuenta que la casa se terminó de construir en Diciembre de 1974 y en 1993 observan los primeros signos de presencia de termitas. Por supuesto sin saber de qué se trataba. Vieron los tubos de alimentación que aparecían en el espacio correspondiente al vano de la escalera y al pasillo de planta alta. Realizaron una prolija limpieza y al poco tiempo reaparecieron los signos de termitas.
Luego, en Enero de 1998 colocan en el techo una membrana asfáltica nueva pensando que eran óxidos de hierro debidos a filtraciones del techo. Nuevamente en Febrero del 98 reaparecen los tubos de las termitas en el techo y en la pared de la escalera. "Cuando hay mucha humedad parece que eso avanza", comentaba la propietaria. Cuando inspeccionamos la casa ya en mayo de 1998, nos encontramos con tubos de alimentación en el techo del hueco de la escalera, en la pared, en el techo de un baño contiguo y entre los cerámicos del mismo donde la pastina había colapsado. 

En una vieja casona ubicada en calle Paso de los Andes de la Ciudad de Mendoza se presentaron estas termitas apareciendo con sus tubos de alimentación por los espacios existentes entre las baldosas de calcáreo del piso de la galería. La propietaria describe estos tubos como "hongos ramificados" pues se elevaban unos 10 cm mostrando ramificaciones.

Tubo ramificado emergiendo lateralmente de una pared de adobe.
Tuvimos oportunidad de fotografiar uno de estos hongos ramificados emergiendo de una pared de adobe. Las muestras de termitas enviadas a la Universidad del Nordeste correspondieron a A. amifer según notificación recibida de la Dra. G. J. Torales del 1 de Marzo de 2002.

En Abril de 2003 visitamos una vivienda de la Ciudad de Mendoza de construcción de adobe pero con un buen grado de mantenimiento. Los tubos de alimentación aparecían sobre la pared saliendo por los espacios dejados por el bisel las piezas de yeso moldeado del cielorraso suspendido. En uno de los tubos encontramos obreras y soldados correspondientes a Amitermes amifer. También se observaron tubos construidos en el encuentro del marco de la puerta del baño con la pared, prácticamente en todo el perímetro del marco y perdiéndose en el piso donde el marco estaba muy deteriorado por humedad, hongos, cloro (lavandina) y posiblemente también por las termitas. El inquilino, al recibir las explicaciones del caso dijo muy molesto: "¡No quiero convivir con bichos! Yo alquilé esta casa sin este problema, o lo solucionan definitivamente o me buscaré otra casa donde vivir".

En mayo del mismo año, en una vivienda de un barrio del departamento Las Heras, Mendoza, hemos visto ese tipo de material (especie de cartón ennegrecido en sus sitios de alimentación  - descripto más arriba) en partes de una alacena en contacto con directo con la pared de una cocina, en cuyo lado opuesto se encuentra un baño. La madera aglomerada afectada por humedad proveniente del baño fue atacada quedando la melamina intacta pero dejando ese material acartonado, negro, de superficies lisas y de formas irregulares, como desecho final.
El desarrollo de esta infestación puede haber requerido varios años, pero recién fue descubierto al aparecer sobre la pared por detrás de la alacena el característico conducto o túnel de alimentación que construyen con saliva, excrementos y restos de los materiales del lugar. Este conducto les permite mantener las condiciones de oscuridad, temperatura y humedad adecuadas, lo cual se facilita cuando hay humedad en el suelo o en los muros. Si bien no pudimos observar ningún ejemplar de termitas en este caso, las coincidencias con otros casos nos hace pensar, sin lugar a dudas, que se trata de Amitermes amifer.

Pelets fecales de Kalotermitidae.  Los excrementos no se parecen en nada al aserrín de los taladrillos o carcomas de
la madera, ni a los materiales eliminados de los techos por las hormigas carpinteras, ni al aserrín  que hacen las abejas carpinteras al hacer sus galerías.
También en Mayo 2003 en el departamento de Godoy Cruz, en una vivienda de muy buena construcción y bastante nueva, aparecen los tubos de alimentación en dos rincones de un dormitorio y se ven huecos en algunas piezas del parquet de roble y en algunos sectores del zócalo, sobre todo en la pared que es común con un baño. El piso y zócalo tiene un tratamiento plastificante tal que impermeabiliza la madera impidiendo la salida de la humedad y, en consecuencia favoreciendo su parcial degradación.
Al retirar el zócalo del dormitorio en cuestión, encontramos que la madera estaba atacada por termitas allí donde la humedad ya había producido cierta degradación, mientras que en los sectores en buen estado la madera del zócalo estaba en perfectas condiciones. El mayor daño de humedad tanto en el zócalo como en el parquet es coincidente con la proximidad con el baño. El espacio que queda entre el piso, la base de las paredes y el zócalo, resulta ser un corredor oscuro y húmedo que facilita la circulación de las termitas.

En Diciembre de 2010 en una casa de Calle San Juan (Mendoza) construida en los años ´50 y con muy buen mantenimiento, encontramos los tubos de alimentación en los estantes de un pequeño placard ubicado detrás de un pequeño baño, y en los costados de los marcos de algunas puertas muy cercanas al mismo baño. Se realizó el tratamiento de control y posteriormente se pintaron las paredes y los marcos.  En Marzo del 2012 aparece un nuevo tubo de alimentación en el ángulo superior de uno de los marcos que ya había sido tratado anteriormente. 
Reinas y reyes reproductivos aparecen como formas aladas a fines de diciembre a principios de enero.
La foto muestra ejemplares recolectados en una vivienda de Chacras de Coria  en Diciembre de 2005.
Estos son solo algunos de los casos en los cuales hemos intervenido  personalmente en mayor o menor medida.  Bien podemos decir que estas termitas están muy difundidas en el Gran Mendoza y que se hacen evidentes con relativa poca frecuencia, uno a dos casos por año según nuestras experiencias.

Daños observados


Se han observado distintas situaciones donde A. Amifer estaba en contacto directo con madera pero no hemos tenido oportunidad de estudiar sus hábitos alimentarios en su ambiente natural a fin de verificar los datos bibliográficos de otras especies de Amitermes. Tiende a alimentarse superficialmente de la madera sin cavar galerías como lo hacen especies de otros géneros. Los tubos de alimentación se encuentran sobre superficies diversas y también sobre fuentes de alimentación (madera) siendo característicos por la materia fecal negra amalgamada.

Las maderas atacadas estaban parcialmente deterioradas por humedad, al haber mayor deterioro se observó mayor actividad de A.amifer. No encontramos daño en maderas en buenas condiciones aún cuando sobre ellas se encontraron tubos de alimentación con circulación activa de termitas.  Generalmente la madera de álamo es la más sensible al deterioro por humedad y en consecuencia con mayor daño por termitas.

Entonces los daños observados se concentran principalmente en sitios de alta humedad: baños y cocinas, afectando zócalos, partes del amoblamiento en directo contacto con paredes con humedad y en marcos de puertas. En maderas sanas, paredes, cerámicos y techos, al eliminarse el tubo hecho por las termitas queda una mancha oscura a modo de dibujo de los tubos sobre los materiales absorbentes: yeso, cemento, madera, pintura.

Por otra parte es importante destacar el daño psicológico que significa la presencia de esta plaga en una vivienda. Resulta impactante ver la angustia y el temor que provocan en las personas. ¡Sienten que están a punto de perder su hogar! Por ello es necesario identificar correctamente el problema, conocer el comportamiento de la especie involucrada y esgrimir los argumentos necesarios para bajar la tremenda tensión emocional que provoca su presencia.

Control.


Lo ideal es ubicar el nido y aplicar allí un insecticida (clorpirifós, cipermetrina, etc.), pero es muy difícil poder precisar su ubicación y cualquier exploración en su busca se basa en métodos destructivos: levantar pisos y contrapisos, romper paredes siguiendo el tubo de alimentación, etc. o sea una parcial demolición que va a resultar muy costosa, traumática y sin asegurar resultados definitivos. De todos modos como el daño causado es relativamente poco significativo en sí mismo el problema puede resolverse por otros medios.

De acuerdo con el modo en que la infestación se presente, se pueden intentar varias alternativas:

1. Inyección de polvo insecticida en zócalos, contramarcos, y en los orificios por donde aparecen las termitas (tubos de alimentación).
2. Limpieza y rociado de los sitios afectados con clorpirifós.
3. Inyección de bromuro de metilo o de insecticidas en aerosol (con cánula). Este tratamiento ya no es posible debido a que se ha prohibido su venta y utilización.
4. Sellado de grietas y rendijas con materiales resistentes (cemento, cemento blanco, etc.)
5. Eliminación de problemas de humedad que afecta a las maderas haciéndolas susceptibles de servir de alimento a las termitas.

6. Tratamientos localizados con clorpirifós han dado buenos resultados en muchos casos, pero este insecticida fosforado ha sido prohibido para uso doméstico y muy recientemente en Estados Unidos se habría prohibido su uso también en agricultura (agosto de 2018).

De todos modos, lo que realmente hay que tener en cuenta para evitar o minimizar posibles ataques de termitas, insistimos, es resolver rápidamente el más mínimo problema de humedad que pudiese aparecer en baños, cocinas, techos, lavaderos, etc.


Familia Kalotermitidae

Son termitas de hábitos crípticos, conocidas tradicionalmente como “termitas de madera seca”. Son primitivas, tanto en su morfología como en su organización social y nidificación. El nido consiste en un sistema irregular de galerías interconectadas, excavadas discretamente en el interior de la madera (árboles vivos o muertos) la cual constituye también su fuente nutricia. Las colonias son pequeñas, requieren poca humedad para sobrevivir y la obtienen de la madera. No forrajean ni construyen pasadizos al exterior y tampoco son fáciles de detectar. (Gladys Torales et al.)

Con esta familia de termitas hemos tenido también algunos pocos encuentros. En marzo del 2003, estando atendiendo un llamado por presencia de hormigas negras en una casa de la Sexta Sección de la Ciudad de Mendoza, vi en un cantero del patio un tocón de una planta de vid que sobresalía del suelo unos 10 cm, lo empujé con fuerza con el pie y grande fue mi sorpresa al ver que el tocón se desprendió del suelo quebrándose a ras del mismo y mostrando galerías de las cuales comenzaron a salir grandes termitas blaquecinas y muy móviles. En el material recolectado solo había un soldado, el resto eran obreras que aún conservo en alcohol 70.
Termitas encontradas en un tocón de vid, en Mendoza.  en Marzo de 2005.
El diagnóstico de la Dra. Gladys Torales (UNNE) fue que pertenecían a la familia Kalotermitidae,  Género: Neotermes. Aún no he tenido la oportunidad de encontrar más soldados de este género para poder aproximar la identificación de la especie. Las obreras son grandes (9mm) y los soldados llegan a medir hasta 13 mm en algunas especies.
Obreras grandes, 9 mm, provenientes del tocón de vid ya mencionado.
 También en el 2003, en Noviembre se presentó un caso en una casa en la Panamericana al 8500, de Godoy Cruz.  Estaban haciendo unas remodelaciones y reparaciones cuando se encontraron con un grueso y corto travesaño de álamo infestado de termitas que por sus características serian Neotermes. Colonia reducida, solo esa madera afectada, sin salida al exterior, individuos de relativo gran porte. Fue difícil obtener muestras de las termitas pues la madera había sido hachada y entre los restos alcancé a recolectar solamente algunas obreras.
Adultos sexuados alados de Neotermes encontrados en el patio de mi casa en la Ciudad de Mendoza.  
Pero lo más llamativo ocurre precisamente en mi casa. Efectivamente todos los veranos, hacia fines de diciembre y hasta mediados de enero suelen aparecen en mi patio termitas aladas, a veces solo unas pocas, otras veces son bastantes. Es posible que la colonia se encuentre en alguna de las piezas de madera que forman los aleros, pero no me  ha sido posible identificar su origen exacto. Vean ustedes las fotos de estos ejemplares alados que bien supongo pueden ser también Neotermes. Año a año, en verano aparecían estas algunas de estas formas aladas. Pero en Julio de 2017 se había secado una cepa (vid) que desde hace años estaba junto a un muro. Al retirar el tronco fue sorprendente ver que estaba todo carcomido longitudinalmente y con rajaduras que liberaron una notable cantidad de pelets fecales de termitas. Cabe pensar que esa cepa era el lugar del cual procedían las termitas aladas en cuestión.

Referencias.
Dra. Gladys J. Torales, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Cátedra de Invertebrados, Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes. Comunicaciones personales: Noviembre 25, 2000; Marzo 09, 2001, Marzo 01, 2002. * Hadlindgton Phillip. Australian Termites and other common timber pests. USW Press. Segunda Edición 1999, Australia. 126 pgs. (70-71). * * Mallis Arnold, Handbook of Pest Control. Mallis Handbook & Technical Training Company, 8a. Edición, 1997, USA. 1453 pgs. (233-332) * Rudolf H. Scheffrahn and Nan-Yao Su. Florida Darkwinged Subterranean Termite, Amitermes floridensis Scheffrahn, Su, and Mangold (Insecta: Isoptera: Termitidae: Termitinae).. Entomology and Nematology Department, Florida Cooperative Extension Service, Institute of Food and Agricultural Sciences, University of Florida. Published: August 1999. (Internet). * Guía Científica de Truman para Operaciones de Control de Plagas. Universidad de Purdue. Cuarta Edición, 1996. USA. 510 pgs (148-163). * Dr. Timothy G. Myles, Faculty of Forestry, University of Toronto.Canadá. (Internet). * Amitermes wheeleri. General Exterminating, Inc. Pest & Weeds, 12040 N 111 th Ave. Youngtown, Arizona 85363, USA. (Internet).

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