CONTROL DE LA MOSCA DOMESTICA
Ing.Agr.
Dardo R. Mur
Mendoza,
Enero de 2012.
EL HOMBRE AUN NO A
PODIDO SALIR VICTORIOSO EN SU PERMANENTE
INTENTO POR LIBRARSE DE LAS MOSCAS.
LA MOSCA, UN INSECTO DÉBIL Y PEQUEÑO EN APARIENCIA, HA SIDO CAPAZ DE SUPERAR
LOS ESFUERZOS DESARROLLADOS EN SU CONTRA. SUS PRINCIPALES HERRAMIENTAS DE SUPERVIVENCIA SON: UN TREMENDO POTENCIAL BIÓTICO Y SU CAPACIDAD
DE DESARROLLAR RESISTENCIA A LOS INSECTICIDAS.
El control de una
infestación de moscas no debe estar fundamentado en el simple hecho de
"matar moscas", efectivamente,
luego de una tanda de moscas viene otra, y otra, y seguirán llegando moscas sin
parar, sin importar cuántas se hayan matado. Hay circunstancias donde la
infestación se resume en unos pocos insectos en un lugar muy determinado como
puede ser un avión, un ómnibus, o un departamento de un piso muy alto, en estos
casos simplemente el problema se soluciona eliminando a los ocasionales
invasores.
Cuando las moscas
infestan un lugar en forma continua la implementación de una solución efectiva
deberá estar basada en un programa de manejo integrado de moscas. Una simple y concreta
definición para enfrentar un complicado
y difícil problema. Solucionar un problema de moscas es un trabajo complejo en
si mismo, se requiere del conocimiento de la biología y comportamiento de la
mosca doméstica, un acabado reconocimiento del lugar y sus alrededores, y el
compromiso de los ocupantes del lugar, y a menudo de los vecinos y hasta, en
ocasiones, de las autoridades locales.
La eliminación de
las moscas empieza con la búsqueda de
las causas de su presencia y termina ... ¿quién sabe cuándo? También cabe la
pregunta: ¿Se están multiplicando en este lugar? o ¿vienen de sitios cercanos?
la respuesta orientará sobre las acciones a tener en cuenta para mitigar y/o
solucionar el problema.
De todos modos,
aunque el asunto se plantee en un tono
no muy auspicioso, es posible conseguir excelentes resultados cuando se
establece un buen plan de acción y se lo puede ejecutar sin mayores
inconvenientes, pero como las condiciones que definen una infestación pueden
repetirse en un mismo lugar, o pueden presentarse en un lugar vecino, y sin olvidar las habilidades de las
moscas, es necesario planificar e implementar un programa de manejo integrado teniendo en cuenta todos los factores
que de diferentes maneras condicionan o explican la presencia de moscas en un
lugar.
MANEJO
INTEGRADO DE MOSCAS
Un buen programa de
control o de manejo integrado de moscas será aquel en el cual se combinen
medidas higiénico-sanitarias, modificaciones del medio, técnicas de exclusión,
trampas, larvicidas, insecticidas adulticidas, cebos, etc. de modo tal que los
resultados obtenidos sean satisfactorios, duraderos, económicos y que tengan en
cuenta la preservación del medio ambiente.
Evidentemente es
aceptable que todos aspiremos a encontrar una breve y concreta receta, casi
mágica tal vez, para solucionar los
problemas de moscas, pero bien es sabido que el secreto de todo buen resultado
tiene tres bases: Una adecuada definición del problema en primer lugar o
diagnóstico, una buena cuota de
experiencia y habilidad en segundo lugar y, en tercer lugar la continuidad y
flexibilidad en la ejecución del programa.
Donde está el hombre
hay alimento, temperatura y refugio, en mayor o en menor medida esto constituye
un hábitat propicio para que haya moscas, para su control se deben modificar
esas condiciones. Un programa de manejo integrado de moscas es aquel en el cual
se consideran tales factores primarios condicionantes estableciendo estrategias
que den resultados duraderos. Aunque suena algo extraño el hablar de un
programa de manejo integrado de moscas, su análisis e implementación están al
alcance de los profesionales del control de plagas.
Inspección
o relevamiento.
Un adecuado y
exhaustivo relevamiento del sitio donde se encuentra el problema para establecer
el origen de la infestación, identificar las condiciones higiénico sanitarias
que permiten la multiplicación de las moscas, determinar las medidas de
exclusión posibles, seleccionar productos químicos (insecticidas residuales y/o
larvicidas, cebos, feromonas, reguladores de crecimiento, etc.), usar trampas
de luz UV, adhesivas o de pote, utilizar enemigos naturales, comprometer a las
personas involucradas (habitantes, propietarios, afectados, autoridades
municipales o sanitarias, etc.), y programar el monitoreo de los resultados de
las acciones implementadas son, en resumen, las pautas que deben considerarse
para poder realizar un positivo y duradero control de moscas.
En la inspección o
relevamiento del lugar con problemas de moscas se deben determinar
específicamente las posibles causas de su molesta presencia, las cuales pueden
no estar en el sitio motivo del requerimiento de los servicios de una empresa
de control de plagas, o en los alrededores, o en el lugar mismo, se pueden identificar
numerosos lugares donde las moscas encuentran un sustrato adecuado para su
multiplicación.
Ya entrado el otoño
de 1996, en una empresa maderera nos
plantean un severo problema de moscas. Las vidrieras y ventanas del local de
ventas debían ser lavados con demasiada frecuencia ya que las numerosas moscas que llegan a diario manchan los
vidrios con sus vómitos y excrementos de
una manera alarmante. La causa: a muy poca distancia se encuentra una granja de
ponedoras donde las moscas encuentran el sustrato adecuado y abundante para su
proliferación.
En diciembre de 2011,
vecinos de dicha granja plantean al municipio las molestias que sufren en sus
casas e industrias debido a la vilenta proliferación de moscas.
En estas situaciones
la complejidad del problema es considerable puesto que los afectados no son los
responsables del origen de las moscas. Es necesario tener que desarrollar estrategias adecuadas al tipo
de problema planteado e involucrando, si
es necesario, a las autoridades
municipales o sanitarias del lugar. Pero en muchos casos es posible
encontrar la causa de la presencia de
moscas muy cerca o dentro del sitio problema.
Malas condiciones
higiénicas, derrames de líquidos cargados de sustancias orgánicas, desperdicios
de alimentos mal acondicionados, falta de un sitio apropiado para juntar la
basura, rutinas inadecuadas de almacenamiento y evacuación de desperdicios, favorecen
que las moscas se instalen, se
multipliquen y se dispersen sin medida.
Modificación del
medio.
Esta técnica también
a veces es denominada control cultural y
se define como el conjunto de medidas
tendientes a producir una alteración profunda y permanente en el ámbito donde
se desarrolla la plaga a fin de reducir sus posibilidades de multiplicación y
de supervivencia.
Las moscas necesitan
un medio con elevada humedad (70 % como mínimo) y rico en matera orgánica en
descomposición para colocar sus huevos y asegurar el buen desarrollo de sus
descendientes. Dicho de otra manera, cualquier inmundicia es aporvechada por
las moscas para multiplicarse.
La abundante
disponibilidad de materia fecal (perros, gatos, palomas, caballos, pañales,
etc), basuras, residuos orgánicos, animales muertos, residuos de industrias
alimenticias, granjas porcinas y avícolas, mataderos, residuos domiciliarios,
etc. son focos de multiplicación de moscas especialmente con temperaturas
estivales y favorecidos notablemente por las lluvias.
Las estrategias de
control a seguir surgen naturalmente del análisis de cada situación. Deben
detectarse y neutralizarse, dentro de lo posible, todas las causas
determinantes de la presencia de las moscas, o sea, debe modificarse el lugar
de modo tal que se eliminen o, por lo menos se minimicen, todos aquellos
elementos que sirven de sustrato para la
multiplicación o para la alimentación de las moscas.
Medidas tales como:
Cambiar las rutinas de limpieza; modificar estructuras, los vertederos y
desagües para evitar acumulaciones de desechos; utilizar recipientes herméticos
para los desperdicios; redefinir los métodos y la frecuencia de los procesos de
acumulación y eliminación de residuos; incrementar la frecuencia de recolección
de residuos; disponer de suficiente cantidad de basureros; tener una estrategia
segura de manejo de animales muertos
tanto en granjas o muertos en las calles (perros u otros animales); acequias
limpias; etc., son sólo algunos ejemplos de posibles acciones a tener en
cuenta.
En granjas, mataderos
e industrias alimenticias puede llegar a ser necesario cambiar la tecnología o los procesos de producción
por otros mas modernos en los cuales el adecuado y eficiente manejo de los
desperdicios impida que sirvan de alimento y sustrato de multiplicación para
las moscas.
Técnicas de
exclusión.
La exclusión es una
estrategia de gran utilidad para evitar
la entrada de las moscas a los recintos
que se necesita proteger, pero no es suficiente. La colocación de mallas
mosquiteras metálicas o plásticas en puertas, ventanas, y otras aberturas, la instalación de cortinas hechas con
diferentes materiales, cortinas de aire
que impiden la entrada de polvo y de insectos en lugares donde casi es
imposible mantener las puertas cerradas (ej.: supermercados e hipermercados),
son algunos ejemplos.
Estas medidas deben
complementarse en interiores con el uso de insecticidas, preferentemente aerosoles, o con trampas de luz para eliminar a las
pocas moscas que pudiesen colarse en los locales protegidos, sobre todo cuando
se trata de establecimientos procesadores de alimentos, carnicerías, etc.. En
exteriores las medidas de exclusión se combinan con la aplicación de cebos o
termoniebla para eliminar moscas adultas,
modificando las condiciones que determinan focos de producción de
moscas: manejo de basurales, por ejemplo.
Es realmente difícil
que las moscas no aparezcan atraídas por el aroma de un asado preparado a
mediodía en un patio o en un camping, en estos casos puede recurrirse a la
protección de un gazebo con malla mosquitera.
Control
biológico.
En la naturaleza "el pez grande se come al pez
chico", pero en muchos casos ocurre al revés, un pequeño insecto es capaz
de destruir a otros insectos de mayor tamaño. Cuando una pequeña avispa tiene
como alimento preferido una larva de otra especie de mayor tamaño y ésta es una
plaga, decimos que esa avispa es un enemigo naural de tal plaga. El conocimiento
de estas circunstancias permite la elaboración de técnicas de multiplicación
controlada y manejo del insecto que actúa como enemigo natural de la plaga.
Control biológico es,
entonces, el uso y manejo de enemigos naturales, parásitos, microorganismos
patógenos, etc., para reducir las
poblaciones de especies indeseables y, en consecuencia, reducir los daños que
esas plagas pueden producir.
En el caso de moscas,
se ha puesto a punto una estrategia de control biológico utilizando una avispita
(Spalangia endius, Walker) que parasita las pupas. Estas avispas pequeñas
colocan un huevo dentro de la pupa de la mosca,
ese huevo produce una larva que se alimenta de la mosca que esta dentro
de su pupario en el proceso de transformación del estado larval al estado
adulto.
El resultado es que
esa mosca en desarrollo es comida por la larva de la avispa y de ese pupario
emerge una nueva avispa que ha de continuar su ciclo a expensas de otras pupas
de moscas. Esta estrategia es aplicable a establecimientos donde se producen
cantidades masivas de sustratos aptos para la multiplicación de las moscas,
como es el caso de granjas avícolas o porcinas, feed-lots, caballerizas,
tambos, etc..
Trampas
de luz ultravioleta.
Son elementos físicos
para la lucha directa contra las moscas adultas. Primeramente eran dispositivos
eléctricos que electrocutan a los insectos atraídos por luz ultravioleta. Este
sistema es efectivo pero no es específico, atrae a diferentes tipos de
insectos, incluso a las moscas, los que al electrocutarse explotan dispersando
en forma incontrolada sus restos aún fuera del aparato y con riesgo de caer
sobre personas y/o de contaminar los alimentos tanto en restaurantes como en
establecimientos industriales, carnicerías o supermercados.
Actualmente y sobre
el mismo principio de atracción con luz ultravioleta funcionan otros
dispositivos que en lugar de eliminar a los insectos por electrocución, los
atrapan en papeles con adhesivos fácilmente descartables, diseñados
precisamente para evitar los inconvenientes de los primeros equipos
mencionados.
Existen diferentes
marcas y modelos adaptados a viviendas,
pequeños establecimientos y grandes industrias. Hay electrocutores, equipos con
placas adhesivas y equipos discretos para comedores, salones, etc.
Trampas
pegamentosas.
El uso de papeles o
cartones engomados como atrapamoscas es uno de los mas antiguos métodos de
control de moscas. Hoy se lo utiliza pero
mejorado con ayuda de atrayentes sexuales o feromonas. Pueden ser de utilidad
en sitios donde no sean importantes los aspectos estéticos, siendo útiles en
establos, gallineros, tambos, quinchos, etc., pero requieren ser incinerados y
repuestos con mucha frecuencia.
La combinación de
elementos físicos con químicos ha
llevado al desarrollo de diferentes trampas cazamoscas. Recipientes
donde se coloca una sustancia atractante, puede ser un atractivo alimentario
(levadura, malta, proteína de soja hidrolizada, putrecina o carne en
descomposición) o una feromona (z-9-tricoseno), están provisos de tapas con
perforaciones que permiten el ingreso de las moscas pero no su salida. Son
dispositivos efectivos pero pueden presentar algunos inconvenientes estéticos,
de mantenimiento y/o reposición, y actúan produciendo olores gratos a las
moscas pero poco aceptables para el hombre en sus ambientes domésticos o
laborales.
Control químico.
Insecticidas: La
principal acción para luchar contra las moscas sigue siendo el uso de productos
químicos insecticidas. Actualmente es posible encontrar numerosos productos que
de diferentes formas pueden ser utilizados para lograr resultados efectivos y a
largo plazo evitando la aparición de resistencia de las moscas a los
insecticidas.
Los productos de
utilidad se agrupan según su modo de acción sobre las moscas. Existen productos
para matar moscas adultas y que pueden aplicarse como: aspersiones residuales,
termoniebla, niebla fría, aerosoles, cebos sólidos, cebos líquidos aplicables
como pintura o como aspersión, etc..
Los productos
tradicionalmente neurotóxicos (carbamatos, clorados, fosforados y piretroides)
son los mas utilizados para el control de adultos, mientras que los reguladores
de crecimiento y los inhibidores de quitina, son los mas adecuados para el
control de larvas (triflumuron, metoprene, ciromacina, etc.) y los que tienen
menor riesgo de favorecer el desarrollo de resistencia. También se han
difundido recientemente con mucho éxito las sustancias llamadas feromonas que
se utilizan en los cebos insecticidas para el control de moscas adultas.
Larvicidas: Por otra parte hay productos específicos para
controlar las larvas de las moscas que deben ser aplicados sobre el sustrato
donde éstas se multiplican. Para ello hay formulaciones líquidas, en polvo o
pueden actuar sobre las larvas de moscas, luego de haber sido ingeridos por
aves o ganado en su alimento pasan por el tracto gastrointestinal sin ser
alterados apareciendo luego en los excrementos donde actúan sobre las larvas,
tal es el caso de ciromazinao del metoprene, mientras que otros son aplicados
directamente sobre el sustrato (estiércol) como por ejemplo el triflumurón.
Cebos: Los
cebos están compuestos por una mezcla de sustancias que atraen a las moscas y
un elemento que las elimina. Los atrayentes pueden ser alimentos muy
apetecibles para las moscas o productos químicos llamados feromonas.
Las feromonas son
sustancias específicas producidas naturalmente en los insectos y sirven para
que los machos encuentren a las hembras que están en condiciones de madurez
sexual, como señal de alarma, como señal de una fuente de alimentación o como
señal de reconocimieno entre los individuos de una misma colonia, en el caso de
las moscas la feromona se denomina químicamente: Z-9-tricoseno. La capacidad de atraer a las moscas de una
feromona es aproximadamente 2 veces mayor que la de un atractante
alimentario.
Estos atrayentes se
pueden combinar con un insecticida de acción rápida o servir para atraer a las
moscas hacia las trampas con pegamento o a recipientes donde quedan atrapadas.
Aerosoles: Los
aerosoles son de utilidad para eliminar unas pocas moscas que hayan entrado en
un recinto en el cual se han establecido previamente medidas de exclusión, y ,
accidentalmente, algunas moscas han logrado entrar. De lo contrario, cuando se
los usa sistemáticamente para combatir infestaciones continuas, resultan
insuficientes, son caros y pueden ser peligrosos para las personas o animales
que deben permanecer en esos ambientes saturados de insecticidas. Además no
tienen efecto residual.
Termonieblas: La
termoniebla es una especie de aerosol producido por un un equipo
termonebulizador de utilidad para grandes ambientes tales como galpones,
fábricas, etc., y también para la eliminación de adultos en exteriores en
parques, jardines, clubes, hipódromos, etc.. Soluciona problemas solo de moscas
adultas y no tiene poder residual.
Es un tratamiento
excelente para la eliminación de moscas adultas como complemento de otras
estrategias en las cuales se ha hecho modificación del medio, control de larvas
en los sitios de multiplicación y donde, en interiores, se implementen
estrategias de exclusión.
Marco
legal
Existen diferentes
aspectos legales que deben ser tenido en cuenta par el eficaz desarrollo de un
programa de control integrado de moscas. Algunos pueden estar bastante bien
definidos, pero en algunos casos se plantean situaciones que presentan ciertas
dificultades.
La presencia de
determinada cantidad de moscas en un establecimiento industrial alimentario
puede determinar acciones legales por parte de los organismos responsables de
los aspectos bromatológicos. Un caso concreto es la autoridad del Servicio
Nacional de Sanidad Animal en establecimiento de procesamiento de carnes.
Pueden establecerse clausuras o exigencias de inmediatas acciones de control de
moscas.
Cuando las moscas son
un problema en hospitales, escuelas o viviendas y su sitio de multiplicación
está en un lugar diferente, los responsables del foco de multiplicación
deberían responder a las demandas correspondientes. En estas situaciones el
municipio debe exigir la implementación
de las medidas de control, pero es en estas circunstancias cuando pueden plantearse
situaciones conflictivas y no siempre se encuentran reglamentaciones claras que
ayuden a resolverlas.
Algunos municipios tienen reglamentaciones y
requerimienos bien definidos que obligan a los establecimientos industriales,
alimentarios o no, restaurantes, hoteles, instituciones, etc., a realizar
controles de plagas tales como moscas, cucarachas y roedores. Las Buenas
Prácticas de Manufactura en la industria alimenticia ya son obligatorias,
involucrando tanto a industrias como a explotaciones intensivas (granjas
avícolas y porcinas por ejemplo).
Resolución de
SENASA: El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria, en su Resolución 542/2010 dice: “ Establécense requisitos
sobre instalaciones, bioseguridad, higiene y manejo sanitario, para el registro
y habilitación sanitaria de establecimientos avícolas de producción. Buenos Aires, 11/8/2010.”
DIRECCION DE FISCALIZACION CONTROL Y DEFENSA
DEL CONSUMIDOR, RESOLUCIÓN N° 1.130 DFCyDC,
Mendoza, 30 de noviembre de
2010, BOLETIN OFICIAL - Mendoza, jueves
17 de marzo de 2011.
Las empresas de control de plagas deben estar debidamente registradas de
acuerdo a las reglamentaciones nacionales, provinciales o municipales vigentes,
y los insecticidas, desinfectantes, o rodenticidas a utilizar, deben estar
específicamente aprobados por el Ministerio de Salud y Acción Social para su uso en saneamiento ambiental.
Educación
En general podemos
decir que estamos acostumbrados a la presencia de moscas y somos tolerantes
dentro de ciertos límites. Por el contrario, rechazamos de inmediato la sola
idea de encontrarnos con una araña o con cucarachas en una vivienda. Esto es un
problema de índole cultural que debe ser revertido con educación.
Las moscas tienen un
potencial de contaminación mayor que el de las cucarachas ya que vuelan durante
el día llevando microorganismos de un lugar a otro, de pronto están posadas y
alimentánadose de inmundicias, y luego vuelan hasta posarse en vajilla,
alimentos o en nuestra mismo cuerpo, dejando saliva, regurgitaciones,
excrementos y, con ellos, cantidades de microbios contaminantes que pueden ser
peligrosos para la salud, o productores de la degradación de sustancias
alimenticias.
El manejo integrado
de plagas debe incluir programas de difusión de la biología y comportamiento de
las moscas a fin de dar conocimiento a su peligrosidad y generar la conciencia para tomar las desiciones necesarias para su
control. Hay muchas acciones de control que pueden ser implementadas a nivel
doméstico o municipal, el mejor ejemplo de esto es el buen manejo de los
residuos domiciliarios y de los animales domésticos.
Estos programas deben
estar organizados a nivel docente, comunitario, familiar, comercial e
industrial, tanto en zonas rurales como urbanas, sin excluir actividad alguna,
ya que en todos los lugares donde hay vida, las moscas podrán encontrar un
sitio propicio para proliferar en abundancia. Debe tenerse siempre presente que
las moscas son degradadoras de materia orgánica.
Por otra parte en el
MIP intervienen técnicos, administrativos, inspectores municipales y operarios
que deben recibir una capacitaicón orientada a sus funciones específicas. Así,
un inspector bromatológico deberá realizar su trabajo estableciendo el grado de
cumplimiento de las normas higiénico sanitarias correspondientes a la actividad
de un determinado establecimiento señalando los puntos críticos donde existen o
pueden existir problemas y actuando en consecuencia, pero no debe simplificar
su trabajo realizando solamente el mero trámite administrativo de verificar un
certificado emitido por alguna empresa de control de plagas. Un controlador de
plagas, a su vez, deberá utilizar solo los productos y técnicas compatibles con
las normas de calidad y con reglamentaciones vigentes.
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