miércoles, 25 de enero de 2012

Vinchucas en la Ciudad de Mendoza enero 2012

Vinchucas en la Ciudad de Mendoza
Ing. Agr. Dardo R. Mur
Mendoza, Enero 15 de 2012.

Las vinchucas son insectos nativos de una gran región americana, desde Texas hasta la Patagonia. Se conocen más de 70 diferentes especies de esta chinche que tiene la particularidad de ser hematófaga obligada, o sea que su único alimento es: sangre, tanto de mamíferos como de aves.



No obstante el gran número de especies, solo unas pocas están asociadas con el hombre y, más aún, tal asociación no es para nada saludable ya que en su hábito alimentario está involucrada la trasmisión de una seria enfermedad que afecta a más de 15millones de personas: la enfermedad o mal de Chagas-Mazza.

Estas chinches naturalmente viven en áreas silvestres, algunos investigadores aseguran que su hábitat silvestre son los nidos de las aves y las guaridas de mamíferos (zorros, pumas, roedores, mulitas, etc.). Pero cuando el hombre irrumpe en ambientes silvestres y allí cría animales y establece su vivienda en forma precaria, se genera una situación ideal para la proliferación de algunas especies de vinchucas.

Efectivamente, el hombre les proporciona alimento y refugio en abundancia. Triatoma infestans, la especie más común y conocida en Mendoza, se domicilia junto al hombre actuando como trasmisora del protozoario flagelado llamado Trypanosoma cruzi causante de la enfermedad de Chagas, que en algunos casos llega a ser mortal.

Hay una vasta disponibilidad de información sobre esta chinche, su implicancia sanitaria y las estrategias para su control, pero lamentablemente todas ellas se centran en situaciones silvestres, rurales o periurbanas, donde se encuentran viviendas precarias (ranchos), construcciones de adobe, ramas y barro, corrales, etc. y donde suelen criarse además de numerosos canes, gallinas, cabras, cerdos, etc.

Pero vamos a analizar una situación diametralmente diferente: la aparición frecuente y repetida de vinchucas en situaciones netamente urbanas tales como departamentos, viviendas, bancos, hoteles, tiendas, viejos cines, hospitales, etc. de la Ciudad de Mendoza cuyas estructuras no ofrecen muchas oportunidades para la permanencia de estos insectos.

Estas situaciones crean temor e incertidumbre ya que es bien conocida su relación con la enfermedad de Chagas, su tamaño es notable, y también es marcado el desconocimiento de aspectos más detallados de su relación con el hombre y de su razón de existir en la Ciudad.

Aún cuando las condiciones urbanas distan de las rurales donde se trabaja intensamente contra la vinchuca y la enfermedad de Chagas, se encuentra un sinnúmero de sitios altos y tranquilos, algunos fácilmente visibles y muchos otros no tanto, donde se encuentran poblaciones de palomas caseras silvestres, Columba livia, se ven nidos, plumas, palomas muertas, en espacios entre medianeras, en los recintos de los tanques de agua, bajo aleros, en ventanas, en cornisas, palmeras, campanarios, etc.

En consecuencia las palomas conforman situaciones ideales para la proliferación de las vinchucas y así se explica su frecuente aparición en estructuras urbanas de la zona céntrica de la Ciudad de Mendoza donde se encuentran palomas por doquier y en abundancia. Los nidos y sitios ocupados por palomas son albergue diurno de vinchucas y, cuando las palomas están durmiendo ya en sus nidos, se alimentan sin inconvenientes de su sangre.

A causa del viento, de trabajos de limpieza, o cuando las palomas dejan sus nidos o sitios de descanso, las vinchucas pueden ser dispersadas llegando entonces a aparecer en diversos sitios inesperadamente. Son muy buenas caminadoras, los adultos pueden llegar a cubrir distancias de hasta 500 m volando. A veces quedan entre las plumas de las palomas y se trasladan junto con ellas.

Cuando alguna persona se ve sorprendida por la repentina presencia de una vinchuca en su habitación, oficina, etc. reacciona de inmediato intentando eliminarla y generalmente no sabe qué hacer. Entonces acude por ayuda a una empresa de control de plagas, a la Municipalidad, o a alguna otra fuente de información (División Zoonosis, INTA, CONICET, Facultad de Ciencias Agrarias o de Medicina, comercios de agroquímicos, etc.).

Intentaremos entonces ver qué acciones pueden resolver el problema y llevar tranquilidad a quienes deban enfrentar la aparición de este “visitante ocasional”.

Capturar una vinchuca es fácil. Se la cubre con un vaso o recipiente pequeño y deslizando un papel por debajo la capturamos. Cerramos el recipiente con su tapa o con un plástico y cinta adhesiva. También pueden capturarse utilizando una bolsa de plástico. Es conveniente dar ventilación al envase para una mejor conservación del ejemplar capturado haciendo pequeños agujeros en la tapa del envase o en el plástico.

Las vinchucas capturadas deben ser llevadas lo antes posible a la Dirección de Zoonosis o al Hospital Néstor Lencinas para su identificación y análisis.

En más de una oportunidad puede confundirse algún insecto desconocido con una vinchuca por lo cual la identificación es de suma importancia. ¿Qué se analiza? Bien, el análisis consiste en determinar mediante observaciones con microscopio la presencia del patógeno (T. cruzi) causante de la enfermedad de Chagas.

Cabe considerar el proceso mediante el cual se produce la trasmisión del patógeno. Cuando la vinchuca está infestada, al alimentarse simultáneamente defeca. En las heces aparece el patógeno y, cuando la persona picada se rasca, puede arrastrar esa materia fecal con el parásito hasta la herida, un rasguño, los ojos o la boca y así contaminarse.

Felizmente la aves no son portadoras del Trypanosoma cruzi. Solo los mamíferos pueden ser portadores del mismo. Entonces para que haya contagio debe haber una secuencia de hechos: Una vinchuca que se alimenta de un mamífero enfermo levanta sangre con el patógeno y luego, al alimentarse nuevamente de otro mamífero, crea las condiciones para que éste último se contagie.

De acuerdo a numerosas observaciones realizadas, las vinchucas urbanas que se alimentan de la sangre de palomas y eventualmente de otras aves, no son portadoras del Trypanosoma cruzi y por lo tanto no trasmiten la enfermedad de Chagas. De aquí se desprende la importancia de capturar la vinchuca estando “viva” y llevarla a Zoonosis para analizarla.

Ahora bien, hablamos de la vinchuca en la Ciudad como “invasor ocasional” puesto que no forma grandes colonias, ni genera invasiones notables como ocurre con moscas, cucarachas, hormigas o palomas. Además su aparición es esporádica y totalmente aleatoria. Estos aspectos nos indican que si ya hemos capturado o eliminado al ejemplar invasor, no es de esperar encontrar más vinchucas en el lugar, no obstante debe tenerse en cuenta la posibilidad de que en cualquier otro momento y lugar aparezca otra vinchuca.

Realizar una desinsectación a fin de controlar la “invasión de vinchucas” por la aparición de un ejemplar no tiene sentido, pero si es necesario estar alertas e informados a fin de minimizar las oportunidades de su llegada mediante limpieza y ordenamiento de sitios donde puedan refugiarse palomas, eliminar acumulaciones de materiales en terrazas o balcones donde puedan refugiarse vinchucas arrastradas por el viento o por las mismas palomas, utilizar aspiradoras debajo de muebles, estanterías, detrás de cuadros, etc.

De todos modos si las condiciones del edificio o vivienda son favorables a una presencia continua de palomas, y se encuentran grietas, huecos, acumulaciones de hojas, trastos, etc. puede ser recomendable un tratamiento con insecticidas para eliminar la “probable” presencia de alguna otra vinchuca y también, obviamente, habrá que realizar los trabajos de control de palomas en el edificio o vivienda.

Cuando una vinchuca ha picado a alguna persona la cosa ya es diferente. Si el análisis de la vinchuca da negativo, allí termina el episodio, pero si el análisis nos indica la presencia del patógeno habrá que poner en juego todas las acciones médicas y epidemiológicas establecidas y recomendadas por las autoridades sanitarias. Como primera medida en estos casos es poder establecer si hubo trasmisión del parásito mediante un test parasitológico seriado pues la vinchuca puede ser portadora del parásito pero no haberlo trasmitido a la persona picada.

Agradecemos al Dr. Horacio Falconi de la División Zoonósis la revisión del texto.
M. de Salud, División Zoonosis: Cnel. Rodríguez 1209, Tel. 4230440. Mendoza.
Hospital Néstor Lencinas, Talcahuano 2400, Godoy Cruz, Mendoza. Tel: (0261)-4272600/4272773/4272557

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